Cooperativa, Escuela y Comunidad. Lic. Amilcar Renna
Cooperativa, escuela y comunidad
En los tiempos difíciles que nos toca vivir, donde el Estado parece no tener soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad, es cuando más se hace necesario que la gente se una en cooperativas y por supuesto, también en la escuela.
Sin embargo, hubo una época en la Argentina donde el cooperativismo tuvo gran auge, tanto en la época de Perón como así también durante la presidencia del Dr. Arturo Illia. Fue durante la el mandato de este último cuando se sancionó la Ley 16.538 que en su artículo primero declaraba “de alto interés nacional la enseñanza de los principios del cooperativismo”. Por aquellos tiempos (mediados de la década del ´60), se consideraba que convenía “formar una conciencia cooperativista en los jóvenes por los altos beneficios sociales que de ella se derivan desde que el cooperativismo, concebido y practicado sobre bases democráticas, armoniza los intereses del individuo con los de la sociedad. Que a la escuela corresponde despertar y luego encauzar las inquietudes que, mediante la enseñanza y la práctica del cooperativismo, favorezcan la convivencia social basada en un sano equilibrio de las fuerzas morales, cívicas y económicas”.
Para tales fines fue necesario fijar las normas que regirían la enseñanza y la práctica del cooperativismo en los establecimientos de educación. Por ello, el 30 de setiembre de 1964, y luego de un pormenorizado estudio de lo que es el cooperativismo, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina sancionaron con fuerza de ley esta maravillosa iniciativa, reglamentada por el Decreto 12038 firmado el 21 de diciembre de 1965. El presidente Illia decretaba en el artículo 1 que a partir del año lectivo de 1966 se impartiría en los establecimientos dependientes del Ministerio de Educación y Justicia de la Nación y los supervisados por el Servicio Nacional de la Enseñanza Privada, la enseñanza teórico-práctica del cooperativismo, de conformidad con la presente reglamentación de la Ley Nº 16.583.
A pesar de esto, y de que esa ley aún está en vigencia, nunca se hizo masiva tal enseñanza. No sabemos si porque el personal de las escuelas nunca estuvo capacitado para ello o porque desde el gobierno siempre se favoreció el capitalismo más salvaje.
La historia nos demuestra que cuando la comunidad trabaja organizada y en conjunto puede superar cualquier crisis ya que puede abastecerse a sí misma pues es ella quien produce. Sólo basta recordar la crisis argentina del 2001 cuando surgieron en forma espontánea y en respuesta al problema las asambleas barriales, clubes de trueque y demás, que tanto ayudaron a la sociedad pero que lamentablemente desaparecieron una vez que se creyó superado el mal momento.
En este sentido y dado su carácter de formadora y que a ella confluyen gran parte de la sociedad, la escuela, tanto primaria como secundaria, cumple un rol importantísimo que no debe desaprovechar.
La enseñanza del cooperativismo es esencial en estos centros educativos pero no debe ceñirse a lo teórico sino que debe acompañarse por la práctica en la realidad con la formación de una cooperativa escolar la que al comienzo puede ocuparse de sanear las necesidades de los alumnos pero a medida que vaya ganando experiencia puede abarcar aspectos mucho más amplios como el trabajo en la comunidad donde está inserta la escuela. Son muchos los casos de cooperativas escolares que trabajan en colaboración con los vecinos del barrio organizando huertas comunitarias para que se abastezcan a ellos mismos y también al comedor de la escuela.
Sin embargo, puede surgir el lógico tema de la disponibilidad horaria para dictar la enseñanza del cooperativismo ya que los planes de estudio tienen una gran cantidad de temas a tratar pero esto es fácilmente solucionable si es que realmente hay voluntad por parte del personal directivo y docente. El cooperativismo abarca un abanico de temas tan grande que todo lo que se enseña en una escuela, en todos los niveles puede relacionarse y ejercitarse a través de ejemplos y ejercicios que lo involucran. Materias como Lenguaje se pueden aplicar en lo que respecta a redacción de cartas, notas de pedido, etc.; así, cada una de las asignaturas puede, cumpliendo con lo que exige el plan de estudio, adecuarlos al estudio cooperativo.
CARACTERES Y PROPÓSITIS DE LAS COOPERATIVAS ESCOLARES
Las cooperativas escolares se caracterizan por el espíritu distintivo de quienes las conforman, por su ámbito de acción y porque la finalidad fundamental es sustentar la educación.
Los miembros de estas asociaciones son los alumnos de establecimientos de enseñanza primaria y secundaria. Estos actúan por sí mismos y suelen recibir en calidad de miembros activos, adherentes u honorarios a docentes, padres, ex alumnos, simpatizantes, vecinos, etc.
Así se organizan y administran microempresas socio-económicas que aplican los principios fundamentales de las cooperativas. Trabajan dentro del ámbito de los establecimientos escolares y desarrollan actividades de consumo, de ahorro crédito y/o de trabajo. Este sistema cooperativo permite favorecer a los asociados, al establecimiento escolar y a la comunidad en su radio de influencia. Generalmente, ponen mayor énfasis en el destino común y solidario de todos o de un gran porcentaje de las ganancias que son fruto de sus actividades.
Las distintas condiciones económicas y sociales del medio y las necesidades que prevalecen como consecuencia de esto, son generalmente los factores que llevan a que la población escolar se asocie en cooperativas para paliar de alguna manera el problema. La escasez o abuso en el precio de vena de libros y útiles escolares fomenta que se organicen librerías escolares; el problema de la desnutrición de gran parte de la población infantil de algunos lugares hacen que se creen comedores escolares; la falta de capital o de poco conocimiento general sobre el valor y uso del dinero estimula la formación de cooperativas escolares de ahorro crédito. La creación de talleres, huertas o granjas escolares, fortalece lazos de solidaridad, desarrolla el sentido democrático y promueve la organización de actividades cooperativas de carácter socio – cultural de los alumnos.
DIFICULTADES O RIESGOS QUE ENFRENTAN LAS COOPERATIVAS ESCOLARES
A veces se suele incurrir en errores al acentuarse demasiado algunos aspectos de las cooperativas escolares perdiéndose de vista los verdaderos caracteres y finalidades de las mismas.
Puede que se confundan sus propósitos con otro tipo de organizaciones como pueden ser las cajas de solidaridad y ayuda mutua creyendo en la búsqueda exagerada de contribuciones externas o subvenciones. Otras veces de pone demasiado énfasis en su aspecto material y es entonces cuando el cooperativismo se transforma en una simple práctica mercantil. También se puede fracasar al incurrir en el error de no darle la verdadera importancia que tiene desaprovechando el potencial de las cooperativas escolares, y en ciertas ocasiones, tener un exceso de optimismo a raíz de informaciones incorrectas o incompletas y fracasar también.
Otro riesgo es cuando los directivos o educadores de desentienden de la cooperativa escolar dejando todo en manos de los alumnos exponiéndolos a cometer graves errores. Pero un caso más común es cuando los adultos toman el control total relegando a los alumnos a un mero papel de observadores.
En todos estos casos se pierde el sentido en la finalidad educativa que deben tener las cooperativas escolares al carecerse de un conocimiento profundo de su verdadera naturaleza y funcionamiento que son la base que las sustentan.
Pero, ¿qué ocurre cuando los alumnos que conforman la cooperativa escolar pertenecen a distintos turnos o se encuentren saturados con las exigencias de los planes de estudio? La solución a este problema pasa por buscar buena voluntad por parte de los educadores y directivos en ordenar las tareas educativas con las de la cooperativa ya que todo forma parte del universo de la educación. A su vez, los alumnos deberán mostrar un comportamiento adecuado y a la altura de la actividad que está desarrollando.
Pero para todo esto, primero debemos conocer a fondo lo que es una cooperativa, cómo está conformada, las leyes que la sustentan, sus principios y demás. Este texto no pretende ser un compendio sobre todo lo que existe sobre cooperativismo, pero sí servir a manera de introducción, de disparador para que tanto el personal directivo como docentes y alumnos se sientan atraídos y se despierte en ellos el interés de conocer más sobre el tema.
Para esto, nada mejor que solicitar entrevistas con licenciados en cooperativismo y consultar en las bibliotecas especializadas como la que existe en la Fundación Profesor Luis Ravera que es una de las más grandes de la provincia y quizá del país. Esta biblioteca está a disposición de todo el que la necesite como así también el asesoramiento. Esperamos que podamos ser de utilidad y ayudar a crear un mundo mejor donde prime el diálogo fraterno y la concordancia entre todos los que conformamos esta querida pero maltratada Argentina.
Lic. Amílcar Damián Renna y Gabriel Alberto De Biase
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