Vale la pena leer

Podríamos exportar presos.
Posteado por Sandra López a diario paraguayo.
Buceando en la red de redes encontré una noticia insólita. Holanda, pionera en la libertad del consumo de marihuana en el mundo, se ve obligada a cerrar -hasta el 2012- al menos ocho centros de reclusión a raíz de la reducción paulatina del índice de criminalidad en el país. De 14.000 celdas, 2.000 están vacías, según las crónicas.
Mientras en numerosos países del mundo, entre ellos Paraguay, la mayoría de las cárceles están sobrepobladas, en el pequeño país europeo -de alrededor de 16 millones de habitantes- sobran espacios en las celdas. La noticia positiva tiene dos caras: una mala y otra buena. La primera es que con la clausura, unas 1.200 personas quedarán sin empleo, y la segunda, es el inicio una nueva modalidad comercial: exportación de condenados o alquiler de celdas. Bélgica, ni bien se enteró del tema, empezó a negociar el envío de 500 presos. El alquiler de las celdas o importación de reos significará para Holanda un ingreso de 30 millones de euros. Nosotros también podríamos negociar con el gobierno holandés para exportar nuestros presos, y en grandes cantidades. Solo en Tacumbú hay una sobrepoblación de 2.000. O bien podríamos negociar con el gobierno belga porque con los 30 millones de euros que le otorgará a Holanda podríamos construir dos modernas cárceles con capacidad para 3.000, con lo cual solucionaríamos el problema de todas nuestras penitenciarías -el costo de la obra que maneja el Ministerio de Justicia y Trabajo es de 12 millones de dólares. Es decir, que hasta sobraría plata.Pero independientemente a la nueva alternativa y singular negocio, considero que lo más importante, es el origen del fenómeno. Los reportes señalan que hubo una reducción del 20 por ciento de la tasa de criminalidad, gracias a un nuevo sistema de administración de justicia que consiste en otorgar prisión domiciliaria y/o trabajo comunitario para aquellos reos condenados a menos de un año de prisión. Para este tipo de presos, el gobierno holandés dispuso además, desde el 2005, el uso obligatorio de un brazalete electrónico, bastante criticado porque lo hace sin participación de los jueces. Es posible también que haya aplicado otras medidas a los que no tuvieron acceso los colegas.Creo que sería oportuno que el gobierno paraguayo y los responsables de las instituciones penitenciarias -que siguen con el viejo sistema carcelario, que no hace otra cosa que perfeccionar a los delincuentes- analicen el fenómeno del país de las bicicletas; y si existe la posibilidad de aplicarlo, lo hagan.Tacumbú alberga a 3.200 presos, de los cuales, apenas 700 tienen condena. Quizás la “pulserita electrónica” sea una gran solución para la reducción de la criminalidad, mediante el control, principalmente de aquellos reos reincidentes. Todo sea por el bienestar de la sociedad.